Mi camino en Scaling: aprendizajes y agradecimientos

Después de 5 años en Scaling, cierro un ciclo muy importante, un gran capítulo de mi vida profesional. Ha sido una etapa llena de aprendizajes, crecimiento personal y profesional, logros, desafíos y personas extraordinarias.

Me llevo muchísimo en todos los sentidos, pero lo que recordaré con más fuerza será el privilegio de haber trabajado y compartido con un equipo humano increíble, que se asemeja a una familia y al que llamamos “la tribu de Scalers”.

Tuve la suerte de ver a Scaling crecer desde sus inicios. Cuando comencé, éramos solo dos personas, una con cero kilómetros y otra con varios kilómetros de experiencia, pero ambas llenas de entusiasmo y sueños.

Poco a poco, el crecimiento nos fue llevando a sumar talento: primero en comunicaciones, luego con nuevos coaches que nos permitieron ampliar nuestro impacto, y siempre cuidando cada detalle de la experiencia del cliente.

Este camino no estuvo exento de retos. Vivimos sesiones online en plena pandemia que nos obligaron a adaptarnos, aprendiendo que la flexibilidad no es solo reaccionar rápidamente, sino aceptar el cambio como una oportunidad y enfrentarlo con confianza y determinación.

Esta etapa me dejó muchos aprendizajes, entre los que destaco la importancia de contar con un buen líder y la relevancia de los hábitos, tanto en el ámbito profesional como en la vida personal.

Con el ejemplo de nuestro CEO y fundador, entendí que el verdadero liderazgo no se ejerce desde una posición distante, sino desde la cercanía y el compromiso. Un buen líder sabe delegar, pero también está presente para acompañarte; comparte su sabiduría y experiencia, pero también escucha con atención, valorando las ideas que suman al crecimiento. Es alguien que te guía con claridad, te entrega feedback constructivo para ayudarte a mejorar y reconoce tus logros de manera genuina, generando motivación y compromiso.

Admiro su capacidad para construir relaciones basadas en la confianza, desafiar con propósito y sacar lo mejor de cada persona, potenciando nuestras fortalezas. Su calidad humana y los valores que promueve han sido fundamentales para la cultura que ha construido en Scaling, una que espero continúe inspirando a otros líderes. Comparto 100% su creencia en el círculo virtuoso de que cuando las personas están felices y motivadas, los resultados no solo mejoran, sino que se multiplican.

Además, me llevo conmigo la adherencia a una metodología ágil que ha demostrado ser exitosa y que sé que podré replicar en cualquier parte. Como en el deporte, donde la práctica constante, los hábitos y la disciplina son esenciales para alcanzar el rendimiento deseado, en Scaling aprendí que las rutinas bien definidas y las metas claras marcan la diferencia en los resultados.

Extrañaré compartir con la tribu mi buena noticia, mi prioridad y el “atorado” del día. Estas dinámicas, que comparo con un entrenamiento diario, fortalecieron nuestra coordinación y compromiso como equipo. Me voy con absoluta certeza del impacto que genera un ritmo de reuniones breves, dinámicas y efectivas, y llevaré conmigo el desafío de implementar este hábito de la “daily” en los futuros equipos con los que me toque colaborar.

¡¡Gracias totales a cada miembro de nuestra queridísima tribu y a todas las personas que se cruzaron en mi camino!! Estoy feliz de haber recorrido este viaje junto a ustedes y siempre seguiré siendo una Scaler. Al fin y al cabo, aunque suene broma, ¡llevo el nombre en mi apellido!

 

                                      Amelia Fabres Bengolea Scaler

                                                 CX Manager Scaling

 

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