Uno de los mayores desafíos en la ejecución es la falta de compromiso dentro de los equipos. Sin compromiso, las decisiones pierden fuerza, los proyectos se estancan y la ejecución se vuelve lenta e ineficaz, como señala Patrick Lencioni en Las 5 Disfunciones de un Equipo. Según el autor, el compromiso no surge de un consenso total, sino de la claridad en las decisiones y de la confianza de que cada miembro del equipo respaldará el plan, incluso si no está completamente de acuerdo con todos los detalles.

Pero, ¿por qué ocurre esta falta de compromiso?

Causas de la falta de compromiso

– Ambigüedad: Los equipos pierden claridad cuando no entienden las decisiones tomadas o el propósito detrás de ellas.

– Falta de participación: Si las personas sienten que sus opiniones no son valoradas, es menos probable que se comprometan con los resultados.

– Miedo al error: La incertidumbre paraliza a algunos equipos, que prefieren no actuar a correr riesgos. Amy Edmondson, en su concepto de psychological safety (seguridad psicológica), destaca que la falta de un entorno seguro para equivocarse puede ser un gran obstáculo para el compromiso y la innovación.

Cómo mitigar la falta de compromiso

Propón las reglas del juego

– Establecer normas claras desde el principio genera confianza y fomenta la alineación. Algunas ideas incluyen:

Acepta el desacuerdo, pero alinea al equipo: No todos estarán 100 % de acuerdo con cada decisión, pero una vez tomada, el equipo debe respaldarla y avanzar juntos.

– Define normas para los debates: Aclara qué conductas son aceptables y cuáles no para garantizar un diálogo productivo y respetuoso.

– Proceso claro para la toma de decisiones: Define cómo se evaluarán las opciones (impacto en objetivos, viabilidad, etc.) y si el líder tendrá poder de veto.

– Seguimiento estructurado: Establece formatos, canales y frecuencias para monitorear los acuerdos y evitar ambigüedades.

Fomenta una cultura de participación activa

El compromiso florece cuando todos sienten que su voz importa. Como líder, asegúrate de:

– Establecer claridad en el objetivo: Cada miembro debe entender qué se busca lograr.

– Invitar al debate: Guarda tu opinión para el final como líder, para evitar sesgos y fomentar la participación auténtica.

Garantiza claridad en las decisiones

Antes de cerrar cualquier reunión, asegúrate de que todos estén alineados. Una práctica útil es preguntar: «¿Qué exactamente acordamos hoy?»
Si las respuestas no son claras o unificadas, es momento de reformular. La claridad es la base del compromiso.

Los equipos de alto rendimiento no esperan condiciones perfectas para comprometerse. En cambio, crean claridad, alineación y un sentido de propósito compartido. Y tú, ¿qué pasos estás dando para fomentar el compromiso en tu equipo?

                                                    Tomás Edwards

                                                          Senior Coach