Como coach de Scaling, observo de manera consistente cómo los equipos se llenan de energía durante nuestras sesiones de planificación estratégica cuando trabajamos los aspectos culturales como el propósito y los valores.

Sin embargo, el principal desafío radica en la transición efectiva de la definición de estos elementos a su implementación en toda la empresa.

Te comparto 6 claves para lograrlo:

𝟭. 𝗖𝗼𝗺𝗽𝗿𝗲𝗻𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗣𝗿𝗲𝘀𝗲𝗻𝘁𝗲: Realiza un análisis detallado de la situación actual. Examina nuestras creencias y cómo estas influyen en las conductas que experimentamos diariamente.

𝟮. 𝗔𝗰𝘂𝗲𝗿𝗱𝗼 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲 𝗹𝗮 𝗢𝗽𝗼𝗿𝘁𝘂𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱: A través de una comunicación abierta y transparente, visualiza con tus equipos el propósito del cambio, los beneficios esperados y los desafíos que pueden surgir.

𝟯. 𝗗𝗲𝗳𝗶𝗻𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗖𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼: Fomenta la colaboración, brinda oportunidades para la retroalimentación y empodera a los empleados para contribuir a las soluciones. Esto cultivará un sentido de propiedad y compromiso.

𝟰. 𝗔𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝘆 𝗙𝗹𝗲𝘅𝗶𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱: Muestra disposición para ajustar estrategias según evolucionen las circunstancias. Crea espacios para explorar nuevas ideas y acepta la incertidumbre, reconociendo que no hay garantías.

𝟱. 𝗣𝗲𝗿𝘀𝗲𝘃𝗲𝗿𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮: Cambiar modelos mentales lleva tiempo. Todo nuevo hábito demanda energía. Visualiza señales que faciliten la adopción, gradúa el esfuerzo gradualmente y mantén la visión de la recompensa en cada paso.

𝟲. 𝗟𝗶𝗱𝗲𝗿𝗮𝘇𝗴𝗼: Comienza contigo mismo. Reflexiona sobre lo que necesitas cambiar. Recuerda que las acciones del líder impactan más profundamente en el equipo que sus palabras.

El trabajo de la cultura organizacional es esencial para el éxito a largo plazo de una empresa. Una cultura sólida define la identidad empresarial, alinea al equipo con objetivos comunes, atrae y retiene talento, mejora la motivación y el compromiso, y sostiene las promesas de la marca. En resumen, es fundamental para impulsar el crecimiento sostenible.

Tomás Edwards

Senior Coach

Scaling en Chile